domingo, 8 de julio de 2007

Política Latinoamericana. Reflexiones.

Denuncias y Manejos: Si los Hombres fueran ángeles no necesitarían ser gobernados.

La frase corresponde a Agustín. Concepto que no puede, sin embargo, atribuírsele solamente al Santo, siquiera a la tradición judeo-cristiana y su teoría del pecado original.

Esta concepción antropológica del hombre está presente ya en Tucídides.

Es también por excelencia la concepción de la naturaleza humana presente en la teoría política liberal desde sus orígenes allá por el siglo XVII –ahora sí, con claras reminiscencias religiosas-.

La frase advierte que los hombres no son seres virtuosos por naturaleza. Anuncia que, son seres cuya condición natural se inclina hacia las pasiones más terrenales y, por ende, más conflictivas.

La necesidad de la ley está, por tanto, expresada de manera implícita en la frase. Los hombres necesitan ser gobernados. El problema es que los hombres también son aquellos que gobiernan. El desafío, es entonces doble. Hombres pasionales gobernados por hombres pasionales. Leyes sancionadas también por hombres pasionales.

El dilema de la ciudad entonces consiste en controlar las pasiones de los hombres. De aquellos que gobiernan y de aquellos que son gobernados. No hay más alternativa que el control de los hombres por los hombres por medio de la multiplicación de las facciones y de los intereses. No hay más alternativa que la división del poder, intuición presente en Maquiavelo y reafirmada por Madison. La formula anula la virtud clásica. La pasión controla a la pasión. Cualquier intento de moldear la arcilla de los hombres –como afirma C. Hilb- deviene en tiranía. Cualquier intento de favorecer una facción por sobre las otras degenera en despotismo y se autocondena a un conflicto irresoluble.

En esta línea, advierte Maquiavelo la virtú de una ciudad consiste en sostenerse frente a la complejidad que presentamos más arriba.

Hoy leemos, sin embargo, en Clarín una denuncia interesante sobre los abusos presupuestarios de la Secretaria de Medio Ambiente de la Argentina. Lo asombroso del caso es que la Sra. se presentaba en su momento como una mujer virtuosa, apegada a su causa, honrada y honesta. Claro está, la Secretaria no estaba exenta de su condición humana. No hay sorpresa en ello.

La historia de la Sra. Secretaria se repite en la Argentina contemporánea. La distribución irrestricta de cargos públicos otorgados sin un llamado a concurso público, salarios públicos que no se corresponden con el currículum de quienes los ocupan sino con la devolución de favores o el pago retroactivo de la militancia. En definitiva, el avance irrestricto de pasiones humanas que no encuentran ningún control. Ningún freno.

Se demuestra una vez más, que sin el control de las pasiones de los hombres ningún gobierno puede escapar a la corrupción propia de la naturaleza humana. Sin el control y el freno a las pasiones por medio de la multiplicación de los intereses el gobierno está condenado a degenerar en tiranía o despotismo.

El desprecio constante a la pluralidad, al control, a la división de poderes, llevarán al gobierno del Sr. Kirchner, necesariamente, al colapso. Porque como alguna vez dijo Alexander Hamilton Why has government been instituted at all? Because the passions of men will not conform to the dictates of reason and justice without constraint”

El caso de la secretaria de medio ambiente es, solamente, un ejemplo.

Por
Nicolás Patrici
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4 comentarios:

Marta Salazar dijo...

hola hola!

sí, el blog de Agustín es muy bueno!

"Claro está, la Secretaria no estaba exenta de su condición humana. No hay sorpresa en ello"

ignorar esto es caer en el pelagianismo... Pato Ace publicó hace poco algo al respecto.

en todo caso, personalmente prefiero equivocarme, pero ser libre, a ser ángel.

Un abrazo!

Alea Iacta Est dijo...

Gracias Marta por tus comentarios e impulso. Espero estemos en contacto!

Nicolás

Agustin dijo...

El pasaje relevante está en El Federalista No. 51 de James Madison: "If men were angels, no government would be necessary". Parece bastante claro que Madison se inspiró en este pasaje de Montesquieu: "... il n'y a qu'un ange qui puisse avoir tant d'attention, tant de lumières, tant de connoissances". Esprit des Lois, V, 11.

Marina Lassen dijo...

Lo que creo yo es que en cada uno de nosotros esta un angel y un demonio, solo aceptando nuestras dos caras podemos aceptar a los demás o hacer algo al respecto en nosotros mismos. Somos libres. Pero debemos acomodar nuestra libertad a la de los demás. Por otro lado necesitamos a "los demás" en nuestra existencia.
sos argentino? Donde estás, en Holanda?
Saludos
M